Nuestros niños disfrutan día a día del contacto con la naturaleza, sembrando, cuidando y manipulando.
Aprendemos a respetar el entorno en que vivimos y a darle el valor a todo lo pequeño y hermoso que nos da la naturaleza dándole todo nuestro cariño a esos pequeños frutos que sembramos con tanto cariño, poco a poco tendremos.
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